Sin embargo, la locura por la camiseta de Messi ya se había percibido dentro de la cancha cuando, en los momentos que el árbitro interrumpía el duelo por un cambio o una de las tantas invasiones de fanáticos al campo de juego, camiseta psg los jugadores de Jamaica se acercaban a Leo para hablar con él y solicitarle su camiseta. Por ejemplo, si la camiseta se firmó en el partido de la victoria de una temporada, en pleno apogeo de un jugador, entonces el autógrafo no es únicamente una marca interesante del futbolista, sino una pequeña parte de la historia del fútbol.